Un día aparece alguien en tu vida que le da sentido a la palabra amistad.
Alguien que te hace ver lo que vos no ves, que conoce todos tus secretos, y tus miedos también.
Alguien con el que no te da vergüenza llorar, ni ser vos mismo.
Donde hay complicidad y confianza ciega.
Una persona que por más peleas que tengas, sabes que van a volver al mismo lugar, que todo va a sanar.
Que sabe cuando tenes un mal día, cuando necesitas hablar o cuando sólo necesitas compañía. Una persona a la cual no le molesta recibir un mensaje a las tantas de la mañana y ayudarte con eso que tanto duele. El que está, como sea, pero está.
La persona con la que te podes reír de cualquier cosa, hasta de vos mismo. La que te abraza, y sabes que ese abrazo es de verdad, un abrazo que sana y saca todos los miedos.
Solo hay que cerrar los ojos, para saber quien es.
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